sábado, 1 de noviembre de 2014
miércoles, 29 de octubre de 2014
Tristecia por milonga
después de cien mil cigarrillos
de menos
Alfredo Zitarrosa se aparece
en la noche de mis sábanas
diciéndome con obstinación perruna:
" no me vendas ni me compres
que no soy mercancía muchacho"
caprichosa manera de presentarse
con el impecable traje oscuro
la boca grave y honda como un libro
el labio pegado al cigarrillo
"el que me debe la vida"
- dijo sin quejarse-
sonrió como sólo puede hacerlo
aquel que sabe poner comas
puntos y aparte
adjetivar sin dar muerte a las cosas más bellas
Alfredo dio una pitada gloriosa
y apoyado en la ventana susurro:
-como una cadena
deslizandose en la rondana-
" ya viene el día cuídate-
para salir apenas por un rato
al Otro lado.
viernes, 15 de agosto de 2014
Osvaldo
A Osvaldo Fattoruso
Un piano vertical
con unos dedos como algas azules
estirandose sobre las teclas
de la melancolía
- esa gorda tristona
y ebria sin remedio-
un contrabajo de caja como un mascarón de proa
de un galeón español
marcando el paso como tacones
descendiendo al fondo del bodegón
una estela dorada de licor sobre la niebla
de los altos hornos de la noche
osvaldo sentado detrás de los tambores
Llantos
Llantos.
Miguel Hernández construyo una inmensa catedral de dolor y pena( " pero sin dios afuera") para Ramón Sije, su compañero del alma.
Y uno lleva sus propias catedrales hechas de llanto y bronca por los amigos que ya no podrá abrazar.
El Gordo Troilo, gigante y sabio,dijo una vez que " uno no se muere de golpe, se muere de a poco en cada amigo que se le muere".
Espectros afables y queridos se agolpan del lado de la zurda, con risas singulares, palabras, miradas, gestos y todas esas cosas de la que esta hecha la memoria y marcan su presencia en los mapas del corazón.
La imposible Montreaux será siempre Graciela.
Salto oriental el gordo Rolando Faget y Brian Peralta.
Porto Alegre Cao Trein, Carlinhos Hartlieb, Nico Nicolaievski, Fernando Ribeiro y Nando D' Ávila.
No hay rincón de Montevideo, un día y otro, en el que no me cruce con un recuerdo del Choncho Lazaroff, mi hermano el Darno. Capagorry que fue en cierto modo padre, Marcos Gabay y tantos.
Uno entonces anticipa el llanto por su propia vida.
Llantos.
Las mareas del alma también hacen naufragar cosas muy valiosas: todos los sueños apacibles que has dormido en una cama, el par impar y las mariposas nocturnas de la ternura.
Entonces viejos llantos, que creías vueltos nubes de tu propio cielo, de nuevo se asoman a tu cara.
Llantos.
Seni Labart, poetisa uruguaya de mi generación, me contó una vez que cuando su madre quedo sola lloro un río en la habitación y el piano naufrago para siempre.
Ella era así, respondía de un modo poético para explicar ciertas circunstancias de la vida, de la muerte y también el llanto.
Alguien que llora un río es que ha sido inundado por la desolación y la pena.
Frente a eso, no sale a flote ni el piano más pintado, en el que la Mama de Seni nos enseño por que Mozart es un mutante y Chopin un poco maricon, pero maravilloso.
Llantos.
En 1975, con mi amigo Carlos Perdomo, fotógrafo publicitario, fuimos detenidos por sacar fotografías en el Hospital Vilardebo para un espectáculo.
Nos detuvo un policía de particular que entendió que no se podían fotos allí y nos llevo a una seccional.
Carlitos trabajaba pasa una agencia de publicidad que trabajaba para un ente oficial repleto de milicos, por lo cual cuando vieron las cámaras y los negativos nos pasaron a Inteligencia y Enlace en la calle Maldonado.
Los tipos allanaron mi casa y la de Carlos y se llevaron todo lo que pudieron.
Pero no hablare de nuestras peripecias porque sólo nos llevamos algunos golpes y además el gran Walter Pérez, dueño de la agencia y suegro de Carlitos, intervino y los liberaron. Nos hicieron precio y la sacamos muy barata.
Lo que sigue contare es la última noche.
Estábamos tirados en un rincón de una habitación con la cabeza tapada por una manta, nos tenían así para que no viéramos nada.
Trajeron a alguien, que después pude identificar e incluso avisarle a la familia que estaba vinculada al Zithlovski.
Lo habían maltratado mucho y estaba esposado, porque se movía y se sentía el ruido metálico de las esposas contra el piso. Imploro agua toda la noche con desesperación y sólo obtuvo risotadas, burlas y golpes.
" Ustedes calladitos", nos decían a nosotros tirados en el rincón opuesto.
Recuerdo que llore por ese compañero, por mi y por todos los que estábamos en ese infierno.
Unos días después sentados en un café, Carlitos, que era un alma buena, me dijo: " Sabes que llore de impotencia aquella noche horrorosa? "
Llantos.
A los 4 años, aferrado a las rejas de mi casa en la calle Abacu, lloraba porque quería ir tras los niños que de túnica blanca pasaban por mi calle rumbo a la escuela Austria.
Lloraba tanto que mi madre fue a pedirle a la directora que hiciera una excepción y me admitiera en jardinera.
Tras idas y venidas logro que me aceptaran.
Fui muy contento de la mano de mi padre y me sume a los chicos que jugaban en el patio de la escuela, que no fueron demasiado amigables conmigo.
Más aún, fueron hostiles y crueles conmigo, era el " nuevo" y además más chicos que la mayoría.
Había estado deseando ir con estos niños que pasaban alegres a un lugar encantado que llamaban escuela.
Ahora estaba allí, lo que tanto había deseado, pero me daba cuenta que estaba sólo rodeado de realidades paralelas.
Cuando me volví desesperado a buscar a mi padre, el ya no estaba. Corrí a la reja de la escuela y vi que el iba caminando calle arriba.
Me sentí desolado y otra vez estaba llorando aferrado a unos barrotes.
Hay ilusiones que te hacen llorar y cuando te desencantas de ellas, lloras de nuevo.
Miguel Hernández construyo una inmensa catedral de dolor y pena( " pero sin dios afuera") para Ramón Sije, su compañero del alma.
Y uno lleva sus propias catedrales hechas de llanto y bronca por los amigos que ya no podrá abrazar.
El Gordo Troilo, gigante y sabio,dijo una vez que " uno no se muere de golpe, se muere de a poco en cada amigo que se le muere".
Espectros afables y queridos se agolpan del lado de la zurda, con risas singulares, palabras, miradas, gestos y todas esas cosas de la que esta hecha la memoria y marcan su presencia en los mapas del corazón.
La imposible Montreaux será siempre Graciela.
Salto oriental el gordo Rolando Faget y Brian Peralta.
Porto Alegre Cao Trein, Carlinhos Hartlieb, Nico Nicolaievski, Fernando Ribeiro y Nando D' Ávila.
No hay rincón de Montevideo, un día y otro, en el que no me cruce con un recuerdo del Choncho Lazaroff, mi hermano el Darno. Capagorry que fue en cierto modo padre, Marcos Gabay y tantos.
Uno entonces anticipa el llanto por su propia vida.
Llantos.
Las mareas del alma también hacen naufragar cosas muy valiosas: todos los sueños apacibles que has dormido en una cama, el par impar y las mariposas nocturnas de la ternura.
Entonces viejos llantos, que creías vueltos nubes de tu propio cielo, de nuevo se asoman a tu cara.
Llantos.
Seni Labart, poetisa uruguaya de mi generación, me contó una vez que cuando su madre quedo sola lloro un río en la habitación y el piano naufrago para siempre.
Ella era así, respondía de un modo poético para explicar ciertas circunstancias de la vida, de la muerte y también el llanto.
Alguien que llora un río es que ha sido inundado por la desolación y la pena.
Frente a eso, no sale a flote ni el piano más pintado, en el que la Mama de Seni nos enseño por que Mozart es un mutante y Chopin un poco maricon, pero maravilloso.
Llantos.
En 1975, con mi amigo Carlos Perdomo, fotógrafo publicitario, fuimos detenidos por sacar fotografías en el Hospital Vilardebo para un espectáculo.
Nos detuvo un policía de particular que entendió que no se podían fotos allí y nos llevo a una seccional.
Carlitos trabajaba pasa una agencia de publicidad que trabajaba para un ente oficial repleto de milicos, por lo cual cuando vieron las cámaras y los negativos nos pasaron a Inteligencia y Enlace en la calle Maldonado.
Los tipos allanaron mi casa y la de Carlos y se llevaron todo lo que pudieron.
Pero no hablare de nuestras peripecias porque sólo nos llevamos algunos golpes y además el gran Walter Pérez, dueño de la agencia y suegro de Carlitos, intervino y los liberaron. Nos hicieron precio y la sacamos muy barata.
Lo que sigue contare es la última noche.
Estábamos tirados en un rincón de una habitación con la cabeza tapada por una manta, nos tenían así para que no viéramos nada.
Trajeron a alguien, que después pude identificar e incluso avisarle a la familia que estaba vinculada al Zithlovski.
Lo habían maltratado mucho y estaba esposado, porque se movía y se sentía el ruido metálico de las esposas contra el piso. Imploro agua toda la noche con desesperación y sólo obtuvo risotadas, burlas y golpes.
" Ustedes calladitos", nos decían a nosotros tirados en el rincón opuesto.
Recuerdo que llore por ese compañero, por mi y por todos los que estábamos en ese infierno.
Unos días después sentados en un café, Carlitos, que era un alma buena, me dijo: " Sabes que llore de impotencia aquella noche horrorosa? "
Llantos.
A los 4 años, aferrado a las rejas de mi casa en la calle Abacu, lloraba porque quería ir tras los niños que de túnica blanca pasaban por mi calle rumbo a la escuela Austria.
Lloraba tanto que mi madre fue a pedirle a la directora que hiciera una excepción y me admitiera en jardinera.
Tras idas y venidas logro que me aceptaran.
Fui muy contento de la mano de mi padre y me sume a los chicos que jugaban en el patio de la escuela, que no fueron demasiado amigables conmigo.
Más aún, fueron hostiles y crueles conmigo, era el " nuevo" y además más chicos que la mayoría.
Había estado deseando ir con estos niños que pasaban alegres a un lugar encantado que llamaban escuela.
Ahora estaba allí, lo que tanto había deseado, pero me daba cuenta que estaba sólo rodeado de realidades paralelas.
Cuando me volví desesperado a buscar a mi padre, el ya no estaba. Corrí a la reja de la escuela y vi que el iba caminando calle arriba.
Me sentí desolado y otra vez estaba llorando aferrado a unos barrotes.
Hay ilusiones que te hacen llorar y cuando te desencantas de ellas, lloras de nuevo.
Mojos & Mojones
Atilio Pérez da Cunha
Estampas de Macunaíma
A mi primo P.B.
Antes que mi tío mayor "decidiera" que teníamos que ir a vivir con la abuela María, mi pasado era apenas un puñado de recuerdos fragmentados, fotogramas de sueños perturbadores e imposibles.
En aquella casa de la calle Giró, siempre había un mundo de gente. Estaban mi primo Milton, hijo de unaprima de mi madre, el tío Cassiano, la abuela María yaquellos visitantes “ocasionales”, que suelen permanecer como si tal cosa interminables temporadas.
Eran antiguos vecinos de Pueblo Cardozo o de Paso de los Toros que habían caído del Norte a la capital " por efecto de la ley de gravedad", como decía Belchior, o a causa dealguna desgracia.
Algo así le ocurría a Marciano, un amigo de la infanciade mis tíos, que había traído a su mama a Montevideo para hospitalizarla. Era un tipo amable y muy atento. Mis tíos y mi abuela lo adoraban, sobre todo porque cuidaba a su madre en el hospital " como una hija", expresión queescucharía varias veces años más tarde. El tipo la lavaba, le cambiaba la ropa, la perfumaba y la peinaba con esmero. Pero, un día salió un momento de la sala para tirar unos residuos y traerle agua a su madre y, cuando volvió,ella se había ido.
Lo recuerdo llorando con desesperación, tirado sobre la cama en la que dormía mi tío Cassiano. Fue la primera vezque vi llorar a un hombre.
Otros de los personajes frecuentes en la casa era una mujer que se llamaba Gala tenía el pelo blanco plata, recogido en un rodete, usaba anteojos de armazón de metaly una pañoleta asegurada al pecho con un enorme prendedor. Usaba un bastón para pedirnos atencióngolpeando el piso o para advertirnos que nos vigilaba cuando estábamos a punto de hacer una travesura.
El toc-toc en el piso y la mirada severa de Gala, nunca se pasaban por alto. Ella llegaba con un inmenso baúl dondeguardaba sus enseres y sus ropas que olían fuertemente a naftalina. En aquel baúl, entre otros misterios, tenía un mono a cuerda, de lata. Le faltaba una mano, por lo cual lo había bautizado " el Mono Manco" y era una de sus posesiones que más despertaba nuestro interés.
Pero Gala usaba al pobre mono como un elemento punitivo, ya que siempre nos estaba amenazando con un " si no comes, o sí haces esto o aquello, el Mono Manco te va castigar". Lo mostraba furtivamente y lo volvía a esconder en el fondo del baúl. Esta es la parte menosamigable del recuerdo de aquella mujer, que fue para mi madre como una tía de sangre, pero que me provocabapesadillas nocturnas con el Mono Manco y sus poderes maléficos.
A la casa de la calle Giró también llegaba cada poco otro personaje memorable: Agustincito. Era un hombre fornido, pero todos lo llamaban así. Su sola presencia en la casa yanos ponía sobre aviso: mientras estuviera él no podríamos correr, ni saltar, ni gritar, ni hacer todo lo que hacen los niños cuando visitan la casa de la abuela. En realidad, las cosas eran así porque Agustincito estaba desahuciado. La mujer ya vestía de negro, se sonaba la nariz a cada rato y lloriqueaba por los rincones. Mis tíos la abrazaban, las tías preparaban té y la abuela la confortaba con palabras susurradas para que no la oyéramos los niños.
Este es el fotograma de Agustincito y su mujer: un tipo gordo durmiendo la siesta y la mujer al lado de la cama,sentada en una silla y velando el sueño del desahuciado.
"Shhhhh, está Agustincito durmiendo, no hagan ruido que está enfermo", decía mi madre entre horribles pellizconesde advertencia.
Con el paso del tiempo, el tal Agustincito enterró a la mujer, a mi abuela y sobrevivió a muchos de mis tíos.
Otra presencia frecuente, pero sin residencia era Cata, una mujer flaca, puro diente y puro ojos.
Ella había sido la amiga infantil y adolescente de mis tías mayores que, para entonces, ya estaban todas casadas.Cata no. Era también de Paso de los Toros y a ella le debo haber oído temprano la expresión dragón, pero en aquel tiempo no la asocié a reptiles o dinosaurios flamígeros.Faltaban casi cincuenta años para ver Parque Jurásico.
"Dragón" era algo que le pasaba a Cata y que la hacía reír todo el tiempo, y hasta canturrear y estar alegre un rato.
Aquel estado dragón no le duraba mucho, porque despuésCata desaparecía por semanas y nadie tenía noticias de ella.
Mi madre, que tenía poco más de veinte años, ya tenía tres hijos y mis tías andaban todas ya con uno o dos hijos.Pero Cata seguía invariablemente soltera y sin esperanzas, excepto cuando caía en el estado dragón. Entonces llegaba eufórica y muy pintada. A veces traía una zapatilla de crema de la panadería del Imperio y se convertía en el centro de la rueda de mate.
No sé, no recuerdo en qué momento Cata desapareció de nuestras vidas, pero aún me quedan estas sus imágenes como un pedazo de cinta de 35 milímetros.
De aquella época recuerdo también a tía Rosa. Era una tía política más negra que un cuervo. Su cara tenía algo de pico de pájaro oscuro (no en balde a su hermano, que se parecía mucho a ella, le decían " pico chato"). Hablaba con tono serio y reposado, con permanentes referencias a asuntos religiosos que no comprendía del todo bien. Era testigo de Jehová, Devota y practicante, siempre y cuando la religión no atentara contra la diversión y las reuniones familiares, que era lo que realmente le gustaba. Entonces se transformaba, como si un espíritu sinvergüenza la hubiera poseído. Bailaba y se reía. Sobre todo mi padre, sin mucho esfuerzo y sin demasiado ingenio, la hacía reír hasta el paroxismo.
Entonces, mi tía Rosa se reía y se reía. Se le caían las lágrimas y hasta, como le pasó una vez en un picnic, se revolcaba por el piso. "Pare Dante, decía con los ojo llenos de lágrimas, “¡Pare, por favor!".
Mi viejo, lejos de parar, seguía diciendo simplezas, que a la pobre mujer la hacían desternillarse de risa y quedar al borde del colapso.
Mi tía Rosa fue el primer adulto que vi llorar de risa.
A veces también caía a la casa de la calle Giró, mi tío Eulogio, que vivía en el Cerro con su mujer y sus cinco hijos. Por ser el marido de mi tía la mayor y porque mi vieja cuidó a sus hijos cuando era una jovencita soltera,designaron a Eulogio padrino mío.
Era un hombre tosco y curtido por las desgracias y había trabajado en el frigorífico a lo burro desde niño. No tenía más conocimientos que saber leer y escribir. Pero sabíatrasmitirme una ternura muy especial. Se quedaba mirándome con asombro el centímetro o dos que yo había crecido desde la última vez que me había visto. Entonces, me levantaba y me apretaba en un abrazo de los suyos.Luego, me daba una moneda de las que seguramente no le sobraban, y se volvía al Cerro, para nosotros un lugar tan distante como el espacio exterior.
En aquella época, la casa de la calle Giró llegó a conocerun verdadero esplendor. En realidad, la verdad sea dicha,un cierto confort que después se derrumbaría sin ruido.Recuerdo la heladera eléctrica, el combinado y los discos,la biblioteca y la mesa siempre bien servida.
Recordando aquel mundo me siento y me veo arrellanadoen la butaca diez de la fila ocho de la sala del CineMontevideo. No estoy solo. A mi lado está el queridoPololo Pose juntando pedazos de sueños rotos, trozos desechados de celuloide que develaban actos y personajesde una vida. Pero lejos, muy lejos del fondo de la trama.
jueves, 19 de junio de 2014
¿Dónde es que están?
En el Día del Padre Artigas es buena cosa No Olvidar.
El 5 de octubre de 1976 el Vuelo 511 del Transporte Aéreo Militar Uruguayo (TAMU) viajó a Argentina para trasladar a Montevideo , de forma ilegal, a 22 uruguayos que habían sido secuestrados en Buenos Aires y torturados en el “pozo” de Automotores Orletti. Fueron entregados a oficiales del Ejército y hoy permanecen desaparecidos.
El C-47 de la Fuerza Aérea Uruguaya (FAU), tripulado por el mayor Walter Pintos (piloto), el mayor José Pedro Malquín (copiloto) y el capitán Daniel Muñoz (tripulante), arribó a la plataforma de la Brigada de Mantenimiento y Abastecimiento del Aeropuerto Internacional de Carrasco en la madrugada y era comandado por el mayor Walter Dopazzo.
Los 22 uruguayos eran militantes del Partido por la Victoria del Pueblo (PVP) que, desde Argentina, resistían a la dictadura uruguaya. Fueron secuestrados en sus domicilios en setiembre y octubre por comandos de una coordinación represiva integrada por la Policía Federal, la banda de Aníbal Gordon y militares uruguayos. Los últimos estaban comandados por el mayor José Nino Gavazzo del Servicio de Información y Defensa (SID) y en la coordinación con Argentina operaron los oficiales Manuel Cordero, José Arab, Jorge Silveira, Gilberto Vázquez, Luis Maurente y Ernesto Ramas; con los policías lo hicieron Ricardo Medina y José Sande, además de un grupo de soldados.
Cuando se hacen discursos floridos sobre nuestra historia, sobre la educación y tantas cosas, es bueno recordar la responsabilidad que algunos tienen sobre la historia reciente.
No soy adepto a la casa de brujas, pero que las hay, las hay.
¿ Qué paso con el 2do. vuelo?
¿ dónde es que están los " trasladados"?
¿Habrá alguna pluma, especialista en la historia oriental, dispuesta algún día a contarnos la verdad?
martes, 6 de mayo de 2014
La " Menemizacion" de la política uruguaya.
La Peronización de la política uruguaya
1 . Elogio de la Diversidad
Una vez en el viejo bar “La Red”, que hoy ya no existe, en la calle Orinoco en Malvín, me encontré con Alfredo Zitarrosa que jugaba a las cartas con un grupo de vecinos.
Entré a saludar a Alfredo y hubo una pausa en la partida de truco para intercambiar saludos.
En eso se acercó un parroquiano que parecía conocerlo a Zitarrosa y lo abrazó muy efusivamente.
El tipo estaba medio encurdelado y le decía:
-“Mirá qué es lindo ser blanco, Alfredo. Leandro Gómez…Saravia… Lorenzo Carnelli, Wilson….Mirá qué es lindo ser blanco”.
Mientras nombraba ceremoniosamemente a aquellos hombres claves de la historia del Partido Nacional, me miraba de reojo, como buscando un gesto de coincidencia o aprobación.
El hombre dio una mirada de inspección general a los otros de la mesa y continuó:
- "Pero es lindo ser colorado también.
Don Pepe, Domingo Arena, Julio César Grauert… Luisito Batlle Berres en su momento.Mirá qué es lindo ser colorado”
Volvió a mirarme y como no advirtió en mi el gesto o la reacción que esperaba, concluyó:
-“Ahora, ser del Frente Amplio, no tiene nada de malo”.
“ …Ha de ser lindo ser frentista”.
Una visión uruguaya, de antes, de la diversidad y de la política.
2. Santa Adelina. La política como la continuidad de los negocios.
Adelina Viola, una suerte de ¨Evita liberal¨ de la década de los ´80, surgió del mundo empresarial y se instaló como concejal de la UCD de Alsogaray( golpista y fervorosamente anti peronista en los ´50).
Luego fue diputada, más tarde subsecretaria del Ministerio del Interior y después titular del Banco Hipotecario durante la ¨revolución de pizza y champagne¨del Menemismo.
Cuentan que caminando por una calle céntrica de un edificio en obra unos obreros le gritaron a Adelina: ¨Qué culo mamá!¨
Ella sin inmutarse, se volvió sonriente y les contestó: ¨Si te gusta, votalo!¨
Es bueno recordar que para Adelina Viola la política es la continuidad de los negocios por otros medios, porque pasó de vivir con los rigores de la clase media a un dúplex en Palermo valuado en un millón y dólares y posteriormente se fue a vivir en el country del Club Argentino de Golf.
Ella, como muchos ¨arrimados¨ al ex presidente Menem, hoy ha caído ¨en desgracia¨, es un decir, y ha abandonado la política para volver al mundo de los negocios.
En el momento actual su empresa tiene entre sus principales clientes a la firma Mastec, de los herederos del dirigente anticastrista Jorge Más Canosa.
Adelina, como otros personajes vinculados al espectáculo, el deporte y el empresariado, expresan una visión de la política como una ¨oportunidad¨ de hacer pingues negocios o alcanzar una posición de mayor lustre.
No se trata de hombres y mujeres que han llegado a ocupar posiciones en el partido por el camino de la militancia.
Son en su mayoría recién llegados, paracaidistas que saltan del podio al sillón, del tablado a la secretaría, del disfraz a la divisa, como guirnaldas y adornos del árbol de navidad electoral.
En una sociedad como la nuestra, ¨colonizada¨ por el modelo cultural que consolidó el menemismo, no resulta extraño que también se instale aquí ¨la política de los famosos y de los mediáticos¨.
Pobre democracia.
Así como Calígula hizo cónsul a su caballo Incitatus, ¨la política descremada y ultra light¨ nos propone como candidatos a campeones jubilados, paladines de Momo o Don Dinero, pícaros y rufianes melancólicos, acróbatas y prestidigitadores del circo urbano y acreedores morales que al grito de ¨Y pa´mi que hay?¨.
La sociedad de la información y de la comunicación ha llegado también al gallinero, que se revuelve con el ingreso de plumíferos poco habituales, de meteórico ascenso, entre las ponedoras y los gallos que se levantan con el sol.
Pobre política.
De un peleador a otro
Nunca daba la talla
ni el peso exacto
pero siempre entré al ringside
dispuesto a dar pelea
y aguantar más de un asalto
" desiste, te iras al piso macho"
decían desde el rincón
pero igual resistía
dejando dientes muelas cejas
narices astillas del corazón
y por supuesto
los ojos en compota
todos los rivales
me pegaban a mansalva
pesados medios moscas
plumas y gallinas
tremendos noqueadores
hijos de su madre del barrio
púgiles comarcales
y crápulas nacionales
del cuadrilátero
tirando cross a la mandíbula
o ganchos demoledores
puñeteros aficionados
y profesionales
secretarios de estilete
amigos de ocasión
y amores enguantados
pegando abajo
o lanzando jabs directos
y veloces como aves de rapiña
a todos les aguanté el castigo
les di pelea hasta los nudillos
mientras ellos cincelaban
el desastre en mi cara
siempre rechace la toalla
y la lona
mientras del rincón gritaban:
" desiste esto va a matarte
campeón"
de tumbo en tumbo
abrazando la desgracia
y más golpeado que los tambores
de la tribuna
siempre me volví a levantar
porque para un peleador
no hay mayor gloria
que aguantar hasta el próximo round.
A mis amigos J.D. y E.L.
Atilio Duncan Pérez da Cunha
Macunaima
miércoles, 2 de abril de 2014
Los biplanos de mi padre.
Mi viejo no era un tipo habilidoso y no sabía hacer nada de las cosas que los hombres de su generación sabían hacer.
No sabía cambiar un enchufe, arreglar un electrodoméstico o hacer las reparaciones que estaban destinadas a que las hicieran " los hombres de la casa".
Habitualmente, esas cosas, resignadamente las hacia mi vieja o mi tío Cassiano que vivía largas temporadas con nosotros.
Pero nadie lo reprochaba, porque mi padre era peluquero y guitarrista y cuidaba sus manos para ambos oficios.
Sin embargo, recuerdo que con una maderas y unas tapas de refresco y algo de cartón hacía unos biplanos parecidos a los de la Primera Guerra Mundial.
El Niño que alguna vez fue, que temía a los sapos y amaba los aviones, quizás no se había ido del todo y aparecía para compartir conmigo la construcción de esas fantásticas máquinas voladoras.
" Si lo pintamos va a quedar igual que un aeroplano verdadero" decía mi padre pero eso nunca sucedía.
En primer lugar, porque en mi casa nunca había una lata de pintura o de esmalte, ni pinceles y aunque los hubiera habido el no hubiera tenido la capacidad de hacerlo.
Mi viejo construía el avión con las maderas que pedíamos en la carpintería del barrio, buscando las de igual longitud para las alas.
Colocaba una madera transversal para la parte del comando y fuselaje del avión.
Clavaba una madera con tapas de bebida como ruedas y hacia la cola y la hélice con pedazos de cartón o madera compensada.
A veces dibujábamos con crayolas unos círculos concéntricos en las alas y la cola, pero el avión era en su totalidad de madera cruda.
El decía la frase habitual, " si lo pintamos...", sabiendo los dos que nunca sucedería.
Tuve varios de seis aeroplanos, biplanos en realidad, que mi padre construyo para mi antes que le cayera encima mucha miseria y un batallón de hijos.
Buena parte de mi adolescencia y juventud la pase enfrentado a mi padre, sus debilidades, su inmadurez para enfrentar la realidad de la vida.
Allí se abrió una profunda grieta que siguió ensanchandose en mi madurez, sin que ninguno de los dos lograramos entendernos desde nuestras respectivas contradictorias existencias.
El levanto vuelo sin que yo pudiera, ni quisiera decirle, entonces, lo mucho que lamento que no pudiéramos juntarnos otra en un biplano de ilusiones.
Mi padre me enseño a amar a los caballos y a los aviones, por eso cuando veo un avioncito de madera me parece que me extiende la mano para mostrarme lo que ambos nos perdimos.
miércoles, 12 de marzo de 2014
Madame Paul
Había en los años 70, en Colón , una señora francesa que se llamaba Madame Paul. Era vegetariana, no usaba cuero y vivía con extrema austeridad.
Ella dirigía un colegio donde reinaba un total caos administrativo.
Un dia cayo un inspector de DGI y le reclamo un comprobante que no aparecía y el hombre dijo: " Señora no es que dude de usted, pero si no tiene el recibo debo ponerle una multa". A Madame le salían llamas de los ojos y le contesto: " yo no le miento.¿Usted cree que arriesgaría mi lugar en la vida eterna...por un puñado de dinero?
El hombre impresionado le dio 24 horas de plazo y Madame Paul dio vuelta el colegio, el papel apareció y no hubo multa.
Pero eso era lo de menos, la mera posibilidad de el inspector dudara de su honestidad ofendía profundamente a Madame Paul.
Ella, que generosamente, se había cargado de alumnos becarios, era una mujer con profundo sentido ético de la vida.
Y la mas ligera duda sobre su integridad la convertía en un doberman.
Porque sus palabras se sostenían en hechos de hierro y no simple mampostería.
Pienso en ella siempre que escucho discursos vacíos o las engañifas habituales del pantano de algunas bocas.
Fatherland
En 1949-50 mi padre fue a encontrarse con mi vieja en el Club Uruguay en un baile que organizaba la comunidad negra.
Mi vieja Tena 16 años y recién empezaba a noviar con mi papa.
El tiempo pasaba y mi viejo no aparecía y a mi vieja asomada a un balcón se la comían los nervios.
De pronto, un seguridad discretamente le dijo algo al oído a una de las organizadoras.
Mi madre, reconocible entre otras chicas porque su hermano jugaba en Peñarol, fue requerida por la organizadora que le dijo también discretamente " tu novio esta afuera, pero no puede entrar querida porque no es de la raza"
Después de escuchar esta estupidez mi vieja se fue y nunca volvió a los bailes de la comunidad.
Los parientes de mi padre mas tarde también se escandalizaron cuando el " decidió casarse con una " negra".
Ese hombre durmió con esa " negra" mas de cincuenta años.
Tuvo 6 hijos, de los cuales el único morocho era el mayor, o sea yo. Sin embargo en el barrio decían de nosotros " los negros de la otra cuadra".
Sinceramente, pensé que estas cosas eran cosas del pasado.
Debí recordar que en Viena hay neonazis desfilando a paso de ganso y que en Ucrania hay quienes dicen publicamente que los progromos deberían volver.
Poema para Carlos Drumond de Andrade
Saudades de Drummond.
" la alegría que es sombra"
Leonardo Deus Gil
I
detrás de Drummond
hubiera seguido
por todo Río o Itabira
como un perro de la calle
yendo tras su paraguas y sus cafés
olfateando su rastro
como a una adición pegada
en el pavimento
donde el veía crecer flores
heroicas y hierbas desesperadas
II
como lo seguia Belchior
- dibujandole
a lápiz y a caneta
sin que el lo advirtiera nunca-
hubiera seguido tras los pasos
como el obsesivo cobrador
de Drummond
poeta itabirano
mayor que mayor
que con suprema ironia
se describía a sí mismo
como un poeta menor
un funcionario apenas
dado a la garufa y a la poesía
que es un modo
de estar en cualquiera
para el juicio
de las porteras y de los escribanos
III
Drummond
provinciano de corbata
de menor dimensión
quizás
que la vía láctea
un anillo de Saturno
o el abrazo de un tsunami
medidas supra humanas
de las que esta hecho
el traje de los dioses
Drummond
luz azul que crece
en el atardecer del corazón
en el olor del café de la mañana
en el coraje de los que resisten
frente al espanto del mundo
de los hombres
IV
nunca podré decirle
viejo drummond
como palpitaba mi corazón
en piedras blancas en 1976
cuando el cartero abrió su bolsa
y me entrego " Obra reunida"
enviada desde Río de Janeiro
por otro poeta
que me prometía
llevarme frente a usted
a mi tan pulgarcito
que memorizaba versos
del buen pan de su poesía
como sendero de migas
para seguir al sueño
que Belchior diseño en mil caras
( admiradas hasta
por el mismo Bob Dylan)
el rastro imposible
que seguí en la madrugada
nuestra señora de las tribulaciones
hasta despertarme
huérfano de usted.
Atilio Pérez da Cunha
( Macunaima)
Atlántida, marzo 2014
" la alegría que es sombra"
Leonardo Deus Gil
I
detrás de Drummond
hubiera seguido
por todo Río o Itabira
como un perro de la calle
yendo tras su paraguas y sus cafés
olfateando su rastro
como a una adición pegada
en el pavimento
donde el veía crecer flores
heroicas y hierbas desesperadas
II
como lo seguia Belchior
- dibujandole
a lápiz y a caneta
sin que el lo advirtiera nunca-
hubiera seguido tras los pasos
como el obsesivo cobrador
de Drummond
poeta itabirano
mayor que mayor
que con suprema ironia
se describía a sí mismo
como un poeta menor
un funcionario apenas
dado a la garufa y a la poesía
que es un modo
de estar en cualquiera
para el juicio
de las porteras y de los escribanos
III
Drummond
provinciano de corbata
de menor dimensión
quizás
que la vía láctea
un anillo de Saturno
o el abrazo de un tsunami
medidas supra humanas
de las que esta hecho
el traje de los dioses
Drummond
luz azul que crece
en el atardecer del corazón
en el olor del café de la mañana
en el coraje de los que resisten
frente al espanto del mundo
de los hombres
IV
nunca podré decirle
viejo drummond
como palpitaba mi corazón
en piedras blancas en 1976
cuando el cartero abrió su bolsa
y me entrego " Obra reunida"
enviada desde Río de Janeiro
por otro poeta
que me prometía
llevarme frente a usted
a mi tan pulgarcito
que memorizaba versos
del buen pan de su poesía
como sendero de migas
para seguir al sueño
que Belchior diseño en mil caras
( admiradas hasta
por el mismo Bob Dylan)
el rastro imposible
que seguí en la madrugada
nuestra señora de las tribulaciones
hasta despertarme
huérfano de usted.
Atilio Pérez da Cunha
( Macunaima)
Atlántida, marzo 2014
Darno
Evocación de Darnauchans
José Arenas
En este momento estoy escuchando el último disco de Eduardo Darnauchans. Tambien conocido como El Darno. Se trata de el disco "El angel Azul", un disco que el Darno grabó antes de morirse y que es un disco grabado en estudio después de muchos años de hacer solo proyectos en vivo. Un disco que fue muy "aguardado", sobre todo por quienes adoramos la obra de Darnauchans. Recordé mientras suena este disco, que es una joya de la música Uruguaya(en realidad todos sus discos lo son) recordé que el 15 de noviembre cumpliría 55 años. Es decir que será un no cumpleaños como los que festejaban los personajes de Lewis Carroll que Darno leía y que como dijo Macunaíma usamos para refugiarnos "cuando nos cagamos de hambre, de soledad y silencio, frente a los más fríos vientos montevideanos". Se me ocurrió dedicarle un poema, creo que lo debía porque en definitiva uno es que lo que es gracias a crecer con canciones como las de Eduardo. Pero decidí que no, porque el ya mencionado Macunaíma escribió un poema para Darnauchans mucho mejor de lo que yo podría hacerlo. Ese poema salió leído por el propio Macu en el disco "Volumen II" de Los Kafkarudos. Así que prefiero que se lea eso antes de que se lea algo que torpemente pueda hacer yo en un humilde intento por pagar mis cuentas.
POEMA CON ESPECTRO
It´s all over now baby blue
es decir
no hay alicias ni conejos
ni el olor de doña myrurgia
para encontrar
instintivamente
un hueco donde guarecernos
a las seis dieciseis am
te entrometes en mis pesadillas
para mirar
como te hacen jirones
como indagan en las señales
de la ceremonia
que hace tiempo preparaste
y de la que no quiero
hacerme cargo
it´s all over now baby blue
esto es
se terminó tu frente de seminarista
tu diccionario
tu gabardina
tu psicodélico amor cortés
tu asma
tu bolchevique
único y disperso
todo se terminó ahora baby blue
se terminaron
tus lentes
tus pastillas
tus quince de noviembre
tus crines de muchacho
tus ojos últimos
perrunos y apagados
tras el cristal oscuro
todo se terminó
y ahora
estas mirándome
como si yo fuera
el capitán de tus amigos
para cerrar las cuentas
nadie ha roto el pacto
hubo cancion de dylan
y la bandera
para seguirte rojo
hasta el final
que (otros)
muchos cantaron
it´s all over now
no pude estar allí
no quise estar entonces
puse una carretera de distancia
y los ojos en el camino
hasta quedarme sin lagrimas
ahora estoy mirándote
visitante de la noche
espectro desprovisto
de tus humanidades
de tu pedro
de tus piedras rodantes
de tus pajaros hollies
de tus lobizones y de tus girasoles
de tus inhalaciones
de tus muertes fallidas
de tus vidas de gato
de tus madrugadas
con dia siguiente
de tus huesos
y de tus cigarrillos
todo se acabo
solo permanece tu humor
cuando dices:
felizmente, ya no bebo.
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