CHAU FLACO.
Mi hijo Miguel dice que no le creyó a Luis Alberto cuando dijo "que
estaba bien y mejorando". Es claro, no querías que nos preocuparábamos y
tampoco tirarnos pálidas a los que te amamos.
No como "chicas
muertas", esas de la canción de Charly, sino como hombres y mujeres aman
a un hermano, a un igual, a un ser humano de luz y sombra, bellísimo en
su arte y en su capacidad de multiplicarse en cosas bellas.
Acabo
de enterarme como si me pegaran un palazo. Te has muerto Luis Alberto
Spinetta y es como perder un pedazo de vida de uno mismo.
Con la más
honda admiración, y sin idolatrías que al Flaco le rompían las bolas,
te mando desde acá un abrazo hasta la eternidad