27 DE JUNIO DE 1973.

              El golpe en marcha, la mañana del 27 de junio de 1973                     
La resistencia empezó desde el primer día.
A paso redoblado los militares entran al Parlamento.
  Paco Espínola se nos fue el 26, no tuvo que ver un Uruguay de espanto. 

En la noche del 26 se nos fue Paco Espínola,  maravilloso narrador, maestro de hombres y de artistas. La mañana del 27 amanecí ocupando la Universidad con mis compañeros de la gloriosa Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay, acompañando la decisión de la Convención Nacional de Trabajadores que llamó a la Huelga General contra el golpe de estado.

Mi vida y la de los uruguayos de los uruguayos de mi generación cambiaría para siempre, en poco más de una década. 

La dictadura que nació con aires de eternidad, o al menos así lo creían los golpistas, nos hundió en un infierno de represión, cárcel, tortura, desapariciones, con el completo desmantelamiento del país amigable, bonachón y democrático en el que nacimos.

Esto último puede tildarse de ingenuo, a la luz de las muchas miserias que se escondían bajo el manto luminoso del viejo país del bienestar, sueño batllista que nos arrulló en la siesta.

De cualquier modo, la dictadura fue una pesadilla, con un orden de campo de concentración y ciudadanos categorizados como A, B y C, que vivimos rodeados de policías, soldados y soplones.

DICTADURA NUNCA MÁS.