Comparto, y suscribo, las palabras que siguen en honor al compañero Irmo Bidegaray.
¨Salud amigas y amigos: Irmo Bidegaray nació en 1914, fue fundador del sindicato de Obreros y empleados de Funsa. Fue un sargento del ejército, un militar patriota. Participa en la asamblea constitutiva del sindicato de Funsa y expresa públicamente que allí está para unir a los trabajadores de overol y de corbata en un solo sindicato.
Lo conocí en Cárcel Central, en el cuarto piso, donde estuvo largos años detenido por motivos políticos.
Fue un orgullo nacional, un referente en su Comité de Base Volteadores, fundador del Comité y del Frente Amplio, un imprescindible y un ser humano irrepetible que sigue vivo en todos los que lo conocimos y lo quisimos entrañablemente.
El sábado 15 de noviembre de tarde estuvo en el Comité de base en la reunión habitual, se sintió mal y falleció ayer 17 de noviembre y hoy lo despedimos cientos de compañeras y compañeros, familiares y amigos. Decía Saint Just que "..Para el revolucionario no hay más reposo que la tumba...". Irmo vivió la vida de tal suerte que viva sigue a pesar de su desaparición física.
Como pedía Atahualpa Yupanqui "...pasó por la vida haciendo el menor daño posible...", se sembró en todos nosotros y honró actitudinalmente la vida. Los abrazo afectuosamente. Américo Roballo.
Conocí a Irmo cuando nos mudamos al edificio en el que vivimos, hace 19 años, la edad que acaba de cumplir mi hijo Miguel Ernesto. En la cuadra que compartimos, se guarecieron personeros tenebrosos de la dictadura, gente de gesto ceñudo que rehuyen la mirada de los vecinos que conocen su oscuro pasado.
Contrastando con estos personajes, alguno de los cuales ya está preso por sus crímenes de lesa humanidad, la presencia de Irmo era como la luz de los domingos, humana y bonachona.
Cruzarse con el viejo caballero, amable y cálido, era recuperar por un instante la tibieza de nuestras convicciones más hondas.
Porque cuando nuestros hijos tomen en sus manos nuestros sueños de una sociedad donde el hombre no sea lobo del hombre, el viejo Irmo también va a inspirarles.