martes, 5 de agosto de 2008

Cartas que me manda el poeta Martín Micharvegas.


Foto: gentileza de Felipe Gabaldón



El querido poeta Poni Micharvegas me manda estas cartas, me parece que vale la pena leerlas.

CARTA DE MARCOS ANA, PRESO EN UNA CÁRCEL DE ESPAÑA, A OTTO FRANK (padre de Ana Frank) año 1961

Herr Otto Frank :

Muchas habrán sido las cartas recibidas por usted en estos años en los que el diario do su hija ha conmovido a millones de hombres y mujeres. Sin embargo esta carta le resultará, con toda seguridad, inesperada.
Es la carta de un preso político español. Le escribo desde una cárcel franquista donde llevo sepultado en vida 22 años, para comunicarle que durante los días 25 y 26 de marzo se va a celebrar en París la Primera Conferencia Europea pro-Amnistía, para los presos y exiliados políticos españoles.
He pasado por la emoción de leer el diario de su hija Ana. Lo tuve unos días escondido en mi petate y era como compartir la celda con un corazón vivo. Lo leí y releí tres o cuatro veces y me conmovió profundamente, como a cualquier ser humano que tenga el corazón en su sitio. Después pude ponerlo en el amor de otras manos, y en otras, y así sucesivamente, hasta que la palabra de Ana Frank llegó a todos los presos como un mensaje no sólo de dolor sino, a la vez, de fe y esperanza.
Y hoy, en nombre de esa esperanza y recordando aquellas horas, he pensado en usted y me he decidido a solicitar su apoyo a esta conferencia a la que asistirán múltiples personalidades de la jurisprudencia, la política y la cultura universales. Su presencia, o su adhesión, tendría un significado singular: Ana Frank un símbolo contra la intolerancia. Su martirio es nuestro martirio. La esperanza en la fraternidad humana que su hija legó al mundo, es nuestra esperanza.
Como usted sabe, señor Frank, el fascismo español llenó las cárceles de mi país antes de que sus amos abrieran las fosa de Auschwitz y Belsen. Pero lo más triste, lo más inconcebible es que aún seguimos encarcelados. Estamos ya en 1961 y en las prisiones de España quedamos todavía centenares de españoles, hombres y mujeres, presos políticos, después de 15, 18, 20 o —como en mi caso particular— 22 años de ininterrumpido cautiverio. Lo que para ustedes es hoy una lejana pesadilla, sigue siendo para nosotros una terrible realidad. ¿Hasta cuándo?
No es posible mirar el bosque de los abetos simbólicos de Israel sin pensar en nosotros. No se puede leer el diario de Ana Frank sin reparar en el dolor y en los muros que aún padecemos .Hemos recibido y estamos recibiendo pruebas conmovedoras de la fraternidad universal. Si la pequeña Ana viviera estaría a nuestro lado, lucharía por nosotros, porque su diario es, ante todo, 'una acusación contra la inhumanidad del hombre para con el hombre”.
Estamos igualmente seguros de que nuestro llamamiento encontrará eco en su corazón, marcado también con el sufrimiento y el amor a la libertad, y que contaremos con su adhesión a esta gran Conferencia que pretende proyectar la luz de los derechos humanos sobre el drama inaudito que vivimos los presos políticos españoles.
Con anticipado agradecimiento le saluda desde una cárcel de España

Marcos Ana
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Carta de Pablo Neruda a Marcos Ana, recién liberado.
Santiago de Chile, Enero de 1962
Quiero enviarte, Marcos Ana, algunas palabras, y qué poca cosa son, qué débiles las siento cuando se enfrentan a tu largo cautiverio, que poca y pequeña luz para la sombra de España. Desde aquellos días en que perdimos—Los pueblos y los poetas—la quena, perdimos también todos gran parte de la poesía y muchos perdieron o la vida o la libertad Así se me murieron muchos poetas y sufrimos también nosotros tormento y muerte. Añadimos una cruz y otra cruz a la necrología de los tiempos y estas cruces las trazamos en nuestro propio pecho para que no pudieran olvidarse. Le reprochamos a todos el olvido que nosotros no aceptamos, nosotros los que continuamos sangrando.
Por eso cuando sales a respirar la pobre libertad española que poco significarían estas pocas palabras si no llevaran en ellas tu propia pasión, la misma lucha tuya, y nuestra común esperanza. Tú eres el rostro que esperábamos, resurrecto, resplandeciente como si en ti volvieran a vivir luchando los que cayeron.
Te recibimos en la ardiente poesía militante que seguirá peleando porque no sólo siente sílabas sino sangre. te abrazamos con infinita ternura y con la viva fraternidad de quienes siempre te esperaron.
Pablo Neruda
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Y al fin, el poeta conoció al poeta, y la poesía fue vínculo de letras y de almas, de esas tan especiales, que se enamoran de las palabras y las convierten en música, en futuro.