Diciembre está pleno de sol, de garzas y pajaritos cantores, acá en este rincón de Malvín que se recuesta junto al arroyo de Pérez.
Cuando nos mudamos aquí en el 89, no podíamos salir a la terraza posterior de nuestro apartamento por el olor a mierda y a contaminación, que se hacía más intenso en épocas lluviosas. Las sucesivas administraciones municipales del Frente Amplio recuperaron ese arroyo y ese espacio verde que llamamos parque Baroffio y que nos regala un verde de postal y el sonido de distintas variedades de pájaros y aves.
Aquí,confortablemente sentado frente a ese paisaje, hojeando el libro que editó Ana Inés Larre Borges, ¨Idea escrita¨, yescuchando mi música y compartiendo el mate, parecería que no hay nada más para pedirle al tiempo y a la vida.
Sin embargo, Diciembre para mí encierra sentimientos contradictorios.
Me alegra por el sol y el cielo abierto, me pone feliz pensar en Fernando Cabrera, que cumple años el 8 de diciembre, pero también me aprieta el corazón la ausencia de John Lennon y del General Líber Seregni.
El primero, hermano a distancia, asesinado por ese sujeto.
El segundo, en cierto modo padre, sin paternidades, porque cumple años en este mes y nos hace mucha falta.
Tibiezas y tristecías, así es Diciembre para mí.