Gonzalo Farrugia fue el baterista de Psiglo, grupo de rock de los setenta, que también integraban César Rechac, Jorge Garcìa Benegas, Rubén Melogno y Luis Cesio.
A mediados de los 70, cuando se volvía imposible seguir en Montevideo con dictadura y músicas proscriptas, Gonzalo se instaló en Argentina donde tocó en Crucis junto al excepcional guitarrista Pino Marrone.
Hace unos años, tras un recital de reencuentro de Psiglo, Gonzalo se radicó de nuevo en Uruguay, aunque su familia, su ex-mujer y sus tres hijos, decidió volverse a Tijuana donde el baterista había vivido algunos años.
Aquí Gonzalo dió clases de batería y tocó como músico invitado de algunas bandas, hasta que la sobrevivencia se le hizo muy difícil.
No estaba bien emocional y sicológicamente, de hecho seguía un tratamiento ambulatorio en el Hospital Vilardebó. Precisamente, allí le vieron por última vez cuando se presentó a retirar su medicación. Un par de días antes había estado en casa de un compañero operador de Emisora del Sur, Ariel Fernández, quien solidariamente le prestó ayuda circunstancialmente.
Ariel comentó entonces que Farrugia desvariaba y que necesitaba ayuda profesional en forma urgente. Este jueves le hallaron muerto en las rocas de Trouville, con signos claros de una auto-eliminación.
Este final sórdido, oscuro, de un grande del rock uruguayo, entristece por él y por todos los de nuestra generación, que ya lo dijo Pichuco: ¨uno no se muere de golpe, se muere de a poco en cada amigo que se muere¨.
Ya no podemos hacer nada por ti, querido Gonzalo Farrugia.
Descansa en paz.