en Villa Muñoz
conocí a un judio
que no le temía
al Diablo de los judios
se reía a carcajadas
cantaba como Magaldi
y nos gritaba
de vereda a vereda
como un vendedor ambulante
de disparates
impío como era
el 24 de diciembre
celebraba un baile
en su silencioso lado
de la calle
alli vi bailar a mis padres
un tango
por primera vez.