miércoles, 16 de enero de 2008

SACAR AL GATO DE LAS MUELAS DEL OLVIDO


Mario Arregui, aquel hombre rucio, áspero, incómodo, maravilloso escritor ¨frente de tribuno¨, como diría Gladys Castelvechi, una vez me explicó una manera de ser de Líber Falco, llena de humanidad y amorosa memoria.
Falco solía anticipar los aniversarios de los que se habían ido antes que él, ¨va siendo fecha...¨, decía el poeta panadero para que la barra se prepara para recordar a éste o aquel, que ya no estaban.
Es buena cosa sacar de las muelas del olvido, que todo lo muelen, el recuerdo vivo de los que hemos querido. Eso me lo enseñó el viejo Arregui, a quien recuerdo casi siempre cuando me pongo a recordar a otros.
El 22 de enero, es fecha de Eduardo ¨Gato¨Alquinta, guitarrista,vocalista y flautista de Los jaivas, grupo de rock chileno de indiscutible influencia sobre los primeros años de la década del 70.
Lo conocí en Montevideo, en 1974, en oportunidad que trabajé en la organización de los recitales de Los Jaivas en el Teatro Nuevo Stella. Coincidimos en algunos asuntos medio básicos, el compromiso humano y social del creador, algunas músicas y otros tantos poetas. Abrí mi corazón en un boliche, en una época de miedo y mordaza, y el abrió el suyo y sus ojos claros, puede decirse que nos reconocimos entonces como gatos de los suburbios del mundo vigente.
Marginales y con las cabezas llenas de pájaros, cometas y sueños imposibles, nos tomamos unas cervezas  y nos hermanamos en esa suerte de atmósfera social-hippiedélica de la que los dos proveníamos.
Después supe pocas cosas de él, en 1995 en París la hija de Alejandro Parra, el baterista del grupo, también muerto pero en un accidente, me contó que el Gato estaba en Chile y que rearmaría Los Jaivas con sus tíos para irse de gira por todo Chile. La niña sustituyó a su padre en la batería y el grupo tocó y grabó algunas cosas en los años siguientes.
El 22 de enero hace fecha de la salida de gira del Gato Alquinta para siempre.
Desde este lado de la vida, lo llamo al amigo para que vuelva con nosotros como  la bella melodía de ¨Mira niñita¨.