domingo, 2 de agosto de 2015

Una dimensión del asco.

Una dimensión del asco.
Estos días he oído algunos comentarios respecto a un cierto libro del ex tupamaro Amodio Perez quien en su momento fue un referente de esa organización.
No voy a aquí hacer criticas oportunistas, ni voy a hacer escarnio del pasado de muchos que quiero y que pagaron con sus huesos y sus tripas su participación en la insurgencia armada.
Estoy, como en mi juventud, muy lejano de las posturas ideológicas y filosóficas que puso en armas a muchos muchachos y muchachas urgidos por sueños de justicia y de equidad.
Estoy como siempre del lado de los mayoritarios en todos los aspectos, los que quieren vivir en una sociedad de la diversidad que albergue a socialistas , colorados, batllistas, blancos, wilsonistas,independientes.
Una sociedad plural que haga de las diferencias no un punto de fricción sino por el contrario un punto de entendimiento.
Una sociedad que camine multicolor y rantifusa a paso de persona, civil, que ya lo dijo el viejo Onetti " de uniforme ni un portero".
En el Uruguay de lis 60, transido de dolor, hubo muchos que optaron por el camino de las armas, porque como creían como el viejo Mao " que el poder nace de la boca del fusil"( para mi que escucho a Bob Dylan y a Patti Smith, " power to te people", el poder reside en la gente, sin pistola en la cintura.
Perdí a muchos amigos y amigas de juventud, que cayeron en escondrijos y combatiendo.
Tuve muchos compañeros y compañeras que conocí en el movimiento estudiantil y que eligieron la violencia como herramienta para cambiar la vida y al país.
La vida y el país cambiaron, pero la verdad creo que ellos hicieron poco para que eso sucediera.
La inmensa mayoría de ellos paso por el infierno y aun los que sobrevivieron a todas las atrocidades conocidas, puede decirse que también pagaron con sus vidas por las secuelas que cargan en sus años maduros.
Este señor Amodio Pérez vendrá y sacudirá el avispero y como buen carroñero hundirá sus colmillos en las partes blandas de los comandantes de la derrota.
Este traidor contumaz, debo decirlo en relación a su organización porque es ajeno a las demás organizaciones populares, sacudirá la siesta de algunos de sus ex camaradas de armas.
Dirá mentiras, medias verdades y hasta algunas verdades que desconocemos.
En esta hora de mi edad, acompañado por la humanidad de Erasmo, Gramsci y Escohotado( entre otros espectros amigables que me visitan) pienso en los muertos y en los sobrevivientes de una época de hogueras y de espanto.
Un demonio vuelve a emporcar el aire del país y su gente.
Siento asco, mucho asco.