Extraordinario actor, gran compañero, oí la voz de Julio Calcagno por primera vez en una vereda de Tacuarembó, sentado junto a mi hermano Darnauchans.
Por los parlantes de un local de la UJC del lugar se oía un poema del entrañable poeta argentino, a quien la vida me permitió conocer, que llevo siempre en mi memoria.
Ese día imaginé , en un sueño loco, que mis pobres garabatos adolescentes eran leídos por esa voz admirada.
Sin embargo, en los años amargos de la dictadura, conocí a Julio y él acabó participando en el disco ¨Los caballos perdidos¨, que se editara en 1982 en vinilo y cassette.
El maestro Fernando Condon compuso la música y dirigió el grupo de cuerdas donde está el también entrañable maestro Miguel Pose.
Ese año de 1982 nació mi hija Natalia y votamos en blanco, siguiendo las directivas del querido Gral. Seregni que estaba preso, pero muy cerca de todos nosotros.