Nunca daba la talla
ni el peso exacto
pero siempre entré al ringside
dispuesto a dar pelea
y aguantar más de un asalto
" desiste, te iras al piso macho"
decían desde el rincón
pero igual resistía
dejando dientes muelas cejas
narices astillas del corazón
y por supuesto
los ojos en compota
todos los rivales
me pegaban a mansalva
pesados medios moscas
plumas y gallinas
tremendos noqueadores
hijos de su madre del barrio
púgiles comarcales
y crápulas nacionales
del cuadrilátero
tirando cross a la mandíbula
o ganchos demoledores
puñeteros aficionados
y profesionales
secretarios de estilete
amigos de ocasión
y amores enguantados
pegando abajo
o lanzando jabs directos
y veloces como aves de rapiña
a todos les aguanté el castigo
les di pelea hasta los nudillos
mientras ellos cincelaban
el desastre en mi cara
siempre rechace la toalla
y la lona
mientras del rincón gritaban:
" desiste esto va a matarte
campeón"
de tumbo en tumbo
abrazando la desgracia
y más golpeado que los tambores
de la tribuna
siempre me volví a levantar
porque para un peleador
no hay mayor gloria
que aguantar hasta el próximo round.
A mis amigos J.D. y E.L.
Atilio Duncan Pérez da Cunha
Macunaima
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