sábado, 18 de agosto de 2007
TRES CABALLEROS, TREINTA AÑOS DESPUES
Carlos Martins en Emisora del Sur(foto movida, tomada por Daina Rodríguez, hija de Homero Rodríguez Tabeira)
Esteban Leivas en Valencia, detrás Almudena(¿alguna duda de que es una pequeña Leivas?
Desde una noche, allá por el 72, que caímos con Daniel Crapuchet a Radio Panamericana, tengo entre mis afectos de toda la vida a Carlos Martins. Después Jorge Galemire, Deco Núñez, Eduardo Darnauchans, Víctor Cunha, mi maestro Washington Benvides y mil asuntos nos acercaron siempre. Hasta que llegó la distancia, tanto mar y casi treinta años de ausencia.
Por la misma época, aquel año 72 con ruidos de bayonetas y botas, conocí también a Esteban Leivas, aunque no puedo precisar cómo y dónde le conocí. Puede haber sido en la radio, en el boliche de San José y Ejido, en el estudio Sondor donde Esteban producía con Hamlet Faux discos históricos del rock and roll uruguayo.
Con el Negro Leivas hemos tejido puentes de acercamiento mediante cartas, amigos que van y vienen, así que voy vamos o menos al día. Conozco a sus Leivas valencianos y a su Maripaz, productora de enanos, periodismo y buen pollo al ajillo.
De Carlos Martins, sabía menos. Y cuando supe algo, los huevos se me subieron al cuello, porque me enteré entre muy pocas cosas de él, sobre la muerte de Tere, su mujer, a quien conocí en los años de militancia estudiantil.
Carlos estuvo aquí, muy brevemente, nos encontramos en un bar de la esquina de la radio, donde más, nos tomamos unos cafés, unos cognac y hablamos rápidamente de la vida, del tiempo, de los hijos, de nuestros amores,de nuestras desgracias, de nuestras fortunas. Me contó que después de bajar a los abismos, estaba subiendo hacia la luz tomado de la mano de Betty Fuentes(a quien no conozco personalmente, pero bien a su hermana Marga, de la época de los comerciales de picadora Moulinex, cuando yo trabajaba en la agencia de publicidad que los producía).
Esteban Leivas y Carlos Martins están no sólo en la mejor historia de la música popular uruguaya, están también en el corazón de este poeta, menor,pero poeta al fin. Por eso están en este blog, aunque con ello ventile tibiezas muy íntimas, para compartirlas con Ustedes, aquellos que visitan este espacio.
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