Como todos saben, soy un montevideano típico.
Amo mi ciudad con sus baldíos y sus intemperies, su espacios verdes y su rambla magnífica.
Soy de aquí, le pertenezco a la ciudad en cuerpo y alma, y la he extrañado tanto en París como en Río de Janeiro, en épocas de vacas gordas y vientos a favor.
Desde hace más de treintantos años he sido amigo de gente querida de Canelones, Carlos Francisco y Mauricio Trobo, Marceloy Elena Pareja, Lucas Borchardt, Yamandú Orsi, el Beto Satragni que compuso el Canecandombe. Para mis amigos lejanos que no conocen Uruguay, Canelones es el segundo departamento en importancia demográfica después de la capital, Montevideo.
Por la gente me he ido amigando con el departamento, con su costa atlántica y la perla de Atlántida, donde con mujer e hijos hemos pasado veranos inolvidables.
Canelones está hoy en una etapa de cambios, liderada por el Intendente Municipal, Dr. Marcos Carámbula. Hoy día, después de una larga espera, tuvimos nuestro asado con él y con otros entrañables compañeros de la Comuna Canaria.
Esta entrada parece cholula, pero no es más que la manera en la que uno muestra sus mejores joyas: sus amigos y compañeros.
El asado, en la casa del Sr. Intendente, como corresponde a buenos anfitriones canarios, estuvo de puta madre.
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