HACE 19 AÑOS ATRAS.

Bebeto y su hija Kim





Bebeto con su hija Luna y su nietita Clarinha. Abajo, con su hija Mel

Hace 19 años, tanta saudades, fuimos de vacaciones a Torres con Sylvia y con las nenas, Natalia tenía apenas 5 años y Eliana estaba por cumplir el año. De vuelta a Montevideo, pasamos por la querida Porto Alegre, ciudad de nuestros hermanos y amigos que llevamos siempre en el corazón como Cao Trem, Bebeto Alves, Raúl Ellwanger.
En general,el norte de Brasil enamora a los uruguayos que sueñan con Río. con Bahía.
Con mi corazón dividido entre el Brasil de mis abuelos y el Uruguay mi cuna, también sufro del influjo del norte brasileño, lleno de magia y seducción.
Pero la vida me hermanó con esa ciudad por la que hemos caminado tantas veces con mi compañera, con mis hijos y mos hermanos de allí.
Hoy, sábado en el que se produce el reposo del guerrero, del viejo trotacalles, me reencuentro con Bebeto Alves, compositor amilongado, extraña cruza de keith richards con un viejo guitarrero de Uruguaiana.
Hace 19 años atrás estuvimos con Sylvia y con las nenas en su casa, charlando, bebiendo alguna cosa, compartiendo familia en su apartamento de Porto Alegre. Lua y Mel sus hijas jugaron con las mías, Kim su hijita ¨más nueva¨como se dice en el Brasil, estaba por llegar aún, desde donde llegan todos los niños cargados de esperanza.
Mi hermano Bebeto, al que hemos escuchado tantas veces, ¨Pegadas¨, ¨Noticia urgente¨, ¨El lado oscuro de la luna¨, etc. etc.
me cuenta:
´Pois, eu já sou avô! Pode?? Minha primeira filha, Luna, que vive em Brasilia
hoje, nos deu uma neta, Ana Clara (tb vou anexar algumas fotinhos para vcs).
Ontem ela completou 30 anos e a Clarinha, como chamamos a netinha, já tem 4
aninhos.
Minha outra filha, a Mel, está com 25 anos e é uma estrela da televisão
brasileira. Está muito famosa aqui no Brasil. Ano passado ganhou o prêmio de
melhor atriz no festival de cinema de Gramado/RS. E , tenho uma outra filha , a mais nova que vive em Porto Alegre, chama-se Kim, completa 18 anos este ano.¨
Tanta saudade.
Miramos con mi mujer las fotos de las chicas, como tíos veteranos, y no podemos evitar el sentimiento común de que algo de nosotros está con ellas.
Lo mismo que siento cuando pienso en Santiago Ellwanger, un hombrón que trabaja con su padre en Ponta Balheia, al que le envíabamos unos ¨monstrengos¨de plástico hace veintitantos años atrás.
A vida é pra valer.