
Ayer nomás, ensayábamos para este recital, con Walter Guinle, bandoneón que se fue de gira hace años, con Quator(Carlos Ignacio Lasa, Bernardo Aguerre, Andrés Recagno y Carlos García) y mi parcero Rómulo Bogalle.
Yo tenía el pelo muy largo y decía mis poemas entre canciones y músicas.
Gunle había tocado La Internacional, disfrazada de Mozart, a la dirección de UTE, donde trabajaba, compuesta por milicos del golpe y civiles lameculos. Eran tiempos atroces, de presos, exiliados y razzias todas las noches.
Igualmente, para nosotros la cultura era un frente de resistencia, aunque a veces no viéramos el final de la historia.
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