domingo, 12 de abril de 2009
UN CRIMEN IMPUNE.
El 17 de abril de 1972 fueron fusilados en la puerta de la Seccional 20, 8 obreros, militantes del Partido Comunista Uruguayo que en ese entonces era legal y con una clara representación parlamentaria.
Tras una intentona de generar una provocación que justificara una espiral de sangre y violencia, unos días antes, había ocurrido un allanamiento de vasta proporción en el local central del PCU donde se desarrollaba un acto con cientos de personas.
A esta burda agresión de las llamadas ¨Fuerzas Conjuntas¨, amparadas por el decreto de Estado de Guerra Interno, seguiría el fusilamiento de 7 militantes que cuidaban su local partidario.
El caso, por lo menos hasta hoy, está archivado y los responsables de estos crímenes atroces, contra gente muy humilde, desarmada y con los brazos en alto, es una de las peores pesadillas del infierno que vivimos los uruguayos.
NO HAY OLVIDO, NI PERDÓN PARA ESTOS CRÍMENES DE LESA HUMANIDAD.
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