domingo, 8 de marzo de 2009

MEMORIA DEL DARNO



Iba a ser plaza y terminó siendo bar trovado.
Llovió de 4 a 18 y 30, más o menos.
Nadie sabía qué iba a pasar.
Llamé a Inés Trabal y me dijo de esperar a que escampara la lluvia.
Así lo hicimos, y terminamos en un bar de Washington y Maciel en memoria de Eduardo Darnauchans Miralles.
Siguen dos visiones del asunto.

Bar trovado
1) DICE EL MACU - Una veintena de poetas, músicos, amigos y compinches de Eduardo Darnauchans, en la búsqueda del trigo de la luna, se habían juramentado para hacerle un homenaje en el segundo aniversario de su salida hacia una gira eterna, nada mágica ni misteriosa. El lugar elegido era Piedras y Maciel, en un espacio bautizado por la mano anónima de los jóvenes como Plaza Darnauchans, pero la tarde de este 7 de marzo, día de balance presidencial, fue visitada por una furiosa lluvia que empezó a las 17 horas y escampó a las 18 y 30, una media hora antes del inicio del homenaje previsto en la calle. La Unidad de Animación de la Intendencia Municipal de Montevideo ya había puesto pies en polvorosa, a causa de la lluvia, cuando los organizadores decidieron realizar el homenaje de cualquier modo, en un boliche ubicado a unas tres cuadras del lugar inicial, en Washington y Maciel, en un pequeño bar que bien podría haber estado ubicado en el Paseo de la Desolación, ante la sorpresa de los parroquianos habituales, comenzó a caer un el nutrido grupo de artistas homenajeantes. El poeta Víctor Cunha, Macachín, Ana Solari, Matías Brum, Agamenón Castrillón, Martín Barea, Inés Trabal, Washington Benavides, Mario Delgado Aparain, el Paco Cigueña, entre muchos otros, sentados en las mesas, en el suelo, parados, acodados en el mostrador, en la calle, siguieron la sucesión de canciones, poemas y recuerdos. Don Washington Benavides, maestro y compañero del trovador desaparecido, abrió el acto con un bello y emotivo texto titulado ¨Tratadito sobre Eduardo Darnauchans¨. Después vendría toda la cabalgata de recuerdos lindos y tristes de los amigos y pares del Darno. Como bien dijo Benavides, frente al bar trovado, “le hubiera encantado que el homenaje fuera en este lugar¨.


2) DICE CUNHA
Me queda lo de pies en polvorosa de la Unidad de Animación. En verdad dicho así suena a que huyeron y la verdad es que no huyeron nada. Por el Darno, porque era para el Darno, debe haber sido el evento más consultado de los últimos 10 años. Aparte de todo lo que se habló durante una semana, se charló telefónicamente a las 14. A las 17 el encargado propone esperar para resolver a las 18, a las 18 se volvió a hablar (aún sin resolver), la Unidad propone ir hasta el lugar y ver allí (Inés Trabal una de las organizadoras, mensajea a los celulares “seguimos adelante“ que quiere decir exactamente eso). Cuando la Unidad llega con su transporte, el responsable otea el horizonte, las nubes bajas sobre la ciudad, mira su negrura (Goethe no hubiera conseguido poner unas mejores un día de homenaje al joven Werther), mira el interior de la camioneta y los miles de dólares en equipos que allí están, piensa en los 300 espectáculos o más que la unidad realiza por año desde hace más de 20 años buscando una comparancia que le permita decidir si armar o no, vuelve a mirar al cielo y concluye: “Lo estudiamos para el sábado que viene”. La incertidumbre no pudo traspasarse a riesgo. Antes de eso habían fallado tratativas para un lugar cerrado y grande en las inmediaciones. Como nunca se sabe y hace años que no creemos en el sábado que viene, lo hicimos igual.
Lo nuestro fue sencillo, el Macu nos presentó para que hiciéramos un numerito muy sencillo, donde se cruzaban afectos y estrenos, Ana era la primera vez que tocaba en vivo con mi ahijado (su hijo Matías) y yo era la primera vez que leía con mi hijo Diego (el ahijado del Darno). Para los cuatro juntos también era la primera vez. Así vamos, así fuimos.

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