Cada día, el martirio de Ubagesner Chávez Sosa se repite una y otra vez.
Los que le sobrevivimos, andamos en esos asuntos, como diría Gelman, de ¨la crisis mundial y de vivir cada día¨.
Hacemos lo que podemos para comer, discutimos los sucesos de la fuerza política, sufrimos la tps del cigarrillo y las cuentas impagas, nos reímos y parecemos indiferentes por un rato.
Porque, en distintos rincones del día, Ubagesner vuelve a sufrir torturas, una y otra vez.
Sus bárbaros e impiadosos asesinos se ponen la capucha de la fraseología de sus cómplices y se ocultan bajo el capote del ¨entendimiento nacional¨.
Los pobres huesitos de Chávez Sosa los descubren igual.
Todo sus padecimientos y todo el horror se repiten una y otra vez.
Porque no habrá descanso en paz, hasta que haya Justicia.
FIRMAR CONTRA LA IMPUNIDAD.
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