El candidato de la izquierda paraguaya, el ex-obispo Fernando Lugo, acaba de vencer a los dos candidatos de la derecha: una gorda pedorra que fue funcionaria en el gobierno saliente y al también saliente, de la cárcel, general Lino Oviedo.
Se acabaron 60 años del Partido Colorado en el gobierno, una buena parte de ellos bajo la dictadura de Stroessner.
Así se abre una nueva senda para el querido pueblo hermano, con la sangre guaraní que otro colorado, el general Fructuoso Rivera exterminó en Salsipuedes.
Es curioso, sin caer en pizarreos ordinarios, siento una enorme alegría por ese viejo y heroico Paraguay, que albergó al padre Artigas, que se suma a las naciones progresistas de América Latina.
La leyenda se vuelve al revés, recuperando sus mejores prendas, el Paraguay es un Urutaú que canta. Somos, vamos, vemos, con el compañero Fernando Lugo venceremos.
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