Cuando yo tenía 8 años escuchaba todas las noches un programa que CX 16 Radio Carve, una de las radios uruguayas más reaccionarias, emitía en favor de la insurgencia contra Fulgencio Batista. Entonces, apenas si podía ubicar a Cuba en el mapa y los conflictos que allí se resolvían a sangre y fuego me maravillaban como mis héroes de cinemascope.
Fidel Castro Ruz, y naturalmente Ernesto Guevara, se me hicieron nombres entrañables desde el 2do. año escolar. Pocos meses después de haber comenzado 1959, la misma radio que había alentado la lucha de los cubanos barbudos empezó a acusarlos de ¨marxistas¨ y ¨comunistas¨.
No hizo falta que los cagatintas de los editorialistas, que lo venían sospechando hacía tiempo, continuaran husmeando.
El propio Fidel se proclamó en la Plaza de la Revolución como ¨marxista-leninista¨.
Después pasaron cincuenta años de metralla de palabras, ¨condenas¨ casi diarias, al régimen del ¨dictador barbado¨. Que se vaya Castro, que se vaya.
Bueno, aquel al que el pueblo llama el Caballo ha desmontado de sí mismo.
¿Qué esperan que cambie?
Sí la Revolución, sí la hondura humanista de la sociedad cubana, si el Hombre, sí la Mujer, para que la patria que soñó Martí y el 26 de Julio siga siendo un objetivo de cada día.
Fidel seguirá pensando y como diría el General Seregni, peleando desde el despacho.
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