En América Latina vivimos un fenómeno de balcanización, de la cultura entre muchas otras cosas, que hace que un tipo de Montevideo sepa más de la música que están haciendo ahora mismo en Estocolmo que lo pasa musicalmente en el DF de México.
Hace unos cuantos días le pregunté a alguien de la embajada en Uruguay: ¨¿sabe Ud. quién es Fernando Delgadillo?¨
Ni la más puta idea.
No es sorprendente. Con algunas embajadas uruguayas pasa exactamente lo mismo.
Hemos pasado por la verguenza de tener incluso funcionarios racistas como un patético señor que ignoró a la gran Lágrima Ríos en Alemania. Y después salió a decir que los negros en el Uruguay eran una pequeña minoría, que no se preocuparan que los negros no cuentan. Verguenza del tamaño de una pirámide que al lado de ella, la ignorancia de esta señora mexicana es un pedito de vieja(así llamamos a unos petardos inofensivos especialmente concebidos para que nuestros niños no se quemen los dedos en Noche Buena). Por si alguno no escucha la radio, emisora del Sur, ahí les dejo al Sr. Fernando Delgadillo.
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