viernes, 5 de octubre de 2007

OSVALDO SORIANO SOBRE LA IZQUIERDA DESCORAZONADA.


Osvaldo Soriano escribió las palabras que siguen, opinando sobre la utopía y la izquierda descorazonada.
He cortado algunos tramos , específicamente referidos a la Argentina de finales de los 80, antes del advenimiento de Méndez(leáse Menem). Es un atrevimiento de mi parte, pero como lo pienso mucho(a pesar de unos cuantos narradores uruguayos que lo menosprecian) las comparto después de un ¨recorto y pego¨.


En estos años de democracia, o de transición a la democracia, como ha preferido llamarlos Juan Carlos Martini, hemos ganado un enorme espacio de libertad. Me pregunto qué hacemos con esta libertad y si no la estamos desperdiciando, o matando, simplemente por no utilizarla para debatir los grandes temas que la sociedad argentina aún no ha resuelto.
Me refiero a la lucha que deberíamos librar contra el oscurantismo que todavía nos amenaza: somos cautelosos… Eludimos la obligación de discutir y elaborar el pasado, como si aceptáramos clausurar el debate con la tesis simplista de que la lucha armada fue producto de la locura de unos pocos y que ella es culpable de todo lo que nos ha ocurrido.
Los que piensan así se contentan con la condena a unos pocos militares asesinos que fueron el brazo armado de una clase social aterrorizada ante la posibilidad de cambios que ponían en peligro su propia existencia.
Ahora el gobierno anuncia la era de la modernidad tecnológica sin tener en cuenta el contexto de dependencia, atraso, pobreza, analfabetismo y desocupación.
En verdad, pocos quieren asumir la crisis en toda su dimensión, económica y moral. Las frases vacías y el cinismo intentan disimular la falta de un proyecto de sociedad que termine con el éxodo de los jóvenes, que nos saque de la dependencia y la humillación para hacernos libres en un mundo que entra de lleno en la revolución informática.
Resulta fácil, en este cuadro de situación, el entierro de las utopías y la aceptación del pragmatismo salvaje. Las clases dominantes odian los sueños porque son incapaces de producir una poética del futuro. Prefieren el pragmatismo, porque en el terreno de la eficiencia la derecha ha ganado siempre….
Pareciera que lo más cómodo es plegarse a las voces dominantes, aceptar la cautela paralizadora y el cuento del sentido común.
Sí, además, uno de cada dos jóvenes se quiere ir del país, ¿quién va a aportar, entonces, la cuota de locura que necesita toda gran empresa de cambio y de liberación?
Nuestra cultura de solidaridad ha sido aniquilada y estamos aquí para cambiar ideas sobre su reconstrucción. Tenemos que advertir entonces, que por primera vez en mucho tiempo, la derecha elegante ha copado el universo de las ideas que hasta hace una década eran monopolio de las izquierdas más lúcidas.
No sé hasta qué punto el combate por una verdadera democracia involucra a la literatura.
Estoy seguro de que los escritores tenemos mucho que hacer. Pero no lo haremos todos juntos porque no estamos todos del mismo lado.
Quienes todavía creemos en los valores de la izquierda, tenemos que revisar nuestros argumentos. Recuperar las banderas de la fraternidad, de la denuncia, del progreso.
Uno de nuestros mayores pecados es la mezquindad No conseguimos poner de acuerdo los apetitos personales con los objetivos de la clase trabajadora derrotada en estos años trágicos. Y ante lo complejo de la tarea, hay quienes piensan, aunque no lo confiesen, que la mejor salvación es la salvación personal.
La verdadera salvación está en la audacia intelectual, en la locura creadora.
En la utopía, que mantiene viva la esperanza de que un día seamos mejores.-

Osvaldo Soriano

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