jueves, 4 de octubre de 2007

CUENTO DE FRAN RECA



Fran Reca es un amigo trovador y fotógrafo, andaluz, casado con una uruguaya.
Por lo general, coloco aquí mis poemas, asuntos del corazón y noticias sobre mis compañeros de la música y el arte, quise hoy incluir un texto de una canción de Fran, para aconsejarles que visiten su página que está entre mis links amigotes.

Cuento
Fran Reca

Érase una vez un castillo encantado y en él una mujer,
tratábase de una princesa embrujada con no ver
a su amor, cuando éste apareciera,
a su príncipe sea de cualquier color.
Era pues un horrible maleficio
que por celos una bruja le lanzó cuando nació.

Y había un príncipe embrujado de la misma enfermedad
en un reino muy lejano, más allá cruzado el mar.
y tampoco podía hallar él a su amada,
se trataba claramente de su amor.
Y la bruja no sabía que este principe existía
y que su hechizo él rompería por amor.

Había también un dragón muy muy grande y muy muy feo
encerrado en el castillo, velando a la princesa,
por si alguien se acercara demasiado.
Con sus llamas convertirlo en un tizón.
Y eran ya más de treinta los valientes, vencidos,
derrotados, chamuscados del dragón.

Un buen día la princesa se peinaba sus cabellos,
como siempre muy coqueta, asomada en su balcón
y escuchó cómo cantaba un ruiseñor,
y escuchó que le cantaba él a su amor;
y se puso la princesa a cantar muy muy muy alto
a ver si alguien la escuchaba,
si la escuchaba su amor
y una brisa dulce y suave
se llevó la melodía
y cruzó durante días tierra y mar.

Y un buen día nuestro principe la oyó.
Ensilló bien el caballo, colocó bien su armadura
y durante siete días cabalgó.
Se encontró frente al enorme castillo
y la puerta vigilaba el gran dragón,
se bajó de su caballo y desenvainó la espada
y con mucha gracia y arte le gritó:
Mi dragón, deja libre a la princesa,
no quisiera hacerte daño y puedo hacerlo;
como no marches pronto dejarás de ser dragón
y no servirás si quiera pa’ mechero.
Y agregó: con mi espada juro cortaré tu cuello.

Ante el ruido la princesa se asomó,
no salía de su asombro al ver al príncipe.
Y como no estaba arreglada, como no estaba pintada
otra vez en su castillo se ingresó.

Y el dragón muy fanfarrón se lanzó pronto al ataque,
nuestro príncipe de un tajo le cortó bien el gaznate,
de una patada tiró la puerta de aquel castillo
y la princesa encontró muy pintada y elegante.

Y aunque fuera un poco tonta la princesa
y este príncipe era chulo y arrogante
al final de toda historia siempre comerán perdices,
al final siempre el amor es lo importante.
Y seré yo tu príncipe y serás tu mi princesa
y al dragón yo mataré, cortando su cabeza.
y seré yo tu fuego y serás tú mi hielo
y otra historia escribiremos tú y yo
y otro cuento escribiremos tú y yo.
Se acabó.

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