SIEMPRE CUIDAREMOS DE TI.

Mariana Ingold es una finísima compositora uruguaya.
Formó parte de un legendario trio femenino ¨Travesía¨, con el nombre de un tema de Milton Nascimento, después desarrolló una sostenida actividad solística y unos trabajos, musicalmente formidables, con Osvaldo Fattoruso.
Ella puso color en el final de la infancia de mis hijos más chicos, que se aventuran en el mundo de la sensibilidad(que seguramente los hará sufrir en la era del capitalismo salvaje)probablemente por las cosas que Sylvia y yo pudimos transferirles.
Pero también por la bella música de Mariana.
La extrañamos hace tiempo, extrañamos la época de peras al agua, orejas emergentes y chanchos voladores.
Extrañamos su sonrisa y todo lo que sale de su limpio corazón helvético.
Desde lo colectivo, desde lo profesional, nos peguntamos: ¿dónde está la Ingold? ¿qué hace?
Alguien dice: ¨ahora está en la educación musical de niños, está como dejando de lado la música para adultos¨.
Hoy la encontré, y no es cierto.
A Mariana le gustaría grabar, le interesaría tocar y presentar su música, que no se quedó en el tiempo.
Es el drama de los creadores uruguayos en un país, ya está dicho que carece de proyectos culturales en serio, a excepción hecha de las iniciativas culturales privadas que todos conocemos.
Ya lo dije, y me hago responsable de mis dichos:
¨El Uruguay del Siglo XXI, el Uruguay del gobierno progresista carece de un proyecto cultural, integral, serio y eficiente.
La mayoría de las personas del medio cultural( con la excepción de aquellos que fungen como funcionarios) reconoce esta situaciòn y no se resigna a tanta burocracia y tantos paracaidistas, en uno y otro lado.
La derecha no tiene el más mínimo interés en la cultura y sus protagonistas, al fin y al cabo le han resultado siempre sospechosos, así que se entretiene en bombardear a la reforma tributaria o en interpelar a algún ministro.
Mientras el Ministerio de Educación y Cultura no hace nada de nada(es un ministerio con una endémica carencia de recursos)
o hace muy poco que no es lo mismo, pero es igual.
En tanto, la administración municipal genera proyectos culturales inconsistentes o voluntaristas como Esquinas, una suerte de kermeses de barrio, en la vida real la tv chatarra domina las pantallas de los canales abiertos, Gerardo Sofovich se lleva 110 diez mil dólares en tres fines de semanas, los Pimpinela, los Ricardo Montaner, Soledad agotan las entradas y la música villera copa los circuitos bailables.
Algunos hacen cultura con sus amigos y otros demagogia populista, mientras van lustrando anticipadamente el bronce que esperan obtener. Pero de proyectos culturales sostenidos y sustentables, nothing.
No me calienta, al fin y al cabo, sólo nos queda esperar lo que podamos sacar de nosotros mismos.
Así fue en la noche oscura de la dictadura, así es bajo el cielo abierto de la democracia.
Mariana,desde donde pueda, en acuerdo con el pedido del hermano Lazaroff, cuidaremos de ti.