sábado, 11 de agosto de 2007

LAS RADIOS DEL ESTADO.

Cuando la nueva administración asumió el 28 de marzo de 2005 el panorama era desalentador: la infraestructura técnica y edilicia de las cuatro radios estaba en muy malas condiciones, casi no había computadoras y el registro era todo a “cintero abierto” o con casetes. E incluso en la fm los técnicos no tenían medios para grabar, por lo que usaban cintas de video y emitían con las pistas de audio. Además muchos programas estaban sin contrato o bajo condiciones que rozaban lo humorístico: “había un señor que era dueño de toda la mañana de una radio y por eso pagaba cuatro mil pesos a la emisora”, contó Sergio Sacomani, director de las radios del Sodre. Las nuevas autoridades buscaron entonces recuperar el edificio (sin aumentar el gasto existente), introducir nuevas tecnologías, capacitar al personal, dotar a cada emisora de una identidad particular, elaborar programaciones –lo que implicó para dos emisoras una reestructura total– y desarrollar una campaña publicitaria. También se incorporaron 91 nuevos funcionarios (periodistas, artistas, locutores, técnicos) mediante cachet, lo que despertó en su momento fuertes críticas (véase Brecha 1-IX-06). Modalidad que en breve, aseguró Sacomani, va a ser sustituida por contratos temporales. Ahora los objetivos son consolidar las programaciones, relanzar el radioteatro, sumar 18 corresponsales en el Interior, la conformación de una unidad que realice un portal de noticias en Internet y otra para confeccionar programas for export. “En 2009 deberíamos tener trasmisores más potentes para llegar a todo el país –la am llega hasta el Río Negro– y realizar una red en fm. En cada departamento debería haber por lo menos una radio repetidora”, dijo Sacomani. RADIO ESTATAL. La nueva dirección busca imponer en las emisoras una mirada “garantista” de la cultura, programas de calidad que no dependan del mercado y garantizar el acceso a la información y la participación. “Estamos trabajando para ser garantes de estos valores. Para ser radios del Estado y no del gobierno. No somos el vocero del político de turno, aunque debemos difundir las actividades del gobierno sin excluir a los demás sectores políticos” , aclaró Sacomani. Según Luis Custodio, asesor y coordinador de Radio Uruguay y periodista de De ocho a diez, “hasta ahora ha habido la máxima libertad. No hemos tenido ni una sugerencia sobre los temas. La radio no está hecha ni con militantes ni seguidores, todo el equipo está integrado por gente con más de veinte años en los medios”. Atilio Pérez da Cunha, “Macunaíma” –quien conduce El Faro junto a Julio César Corrales en Emisora del Sur–, también ratifica esa pluralidad de visiones: “esta no es una radio oficial del poder sino de la sociedad. Vivimos la radio como un medio de comunicación democrático y plural”. Pero esta autonomía en la producción periodística no tiene su correlato administrativo en la estructura del Sodre. “Es una cosa de locos –opinó Sacomani–, deberíamos tener una autonomía técnica y presupuestal que hoy no tenemos.” Esto significa que un pedido de la radio se “pierde” en el vasto mar de los trámites burocráticos del Estado, enlenteciendo así todos los cambios. Otro problema es la financiación de las radios, que aún, según Sacomani, no está definida. Si bien éstas reciben dinero del Estado, los gastos no estaban desglosados por rubro y no se sabía cuánto se pagaba en teléfono o en personal. “Hoy ya sabemos el eventual presupuesto, pero las cifras no las puedo decir aún porque estamos afinando detalles”, dijo Sacomani. También hay obstáculos con la publicidad: las radios no poseen una medición de audiencia y las empresas del Estado, que tendrían que pautar un 20 por ciento de publicidad radial en estas emisoras, aún tienen sus reticencias. Según Sacomani, “los directorios consideran que es dinero perdido. Por suerte esto ha ido cambiando, pero es algo que se cumple parcialmente”. A su vez la publicidad de las empresas privadas es muy baja, y además las emisoras no están autorizadas a realizar canjes (y reducir así gastos) ni a pagar a las agencias comisiones por venta de publicidad. A la lentitud burocrática terrible, la falta de mecanismos de financiación, y trabas en la parte publicitaria, se suma lo peor: no tener, dentro del propio Estado, interlocutores válidos que entiendan el valor de la comunicación social. El éter no es una prioridad. “Al sistema político le cuesta entender la importancia de los medios. En pleno siglo XXI el Estado uruguayo no le da un lugar de preferencia a la comunicación masiva. Algo que en Europa y Estados Unidos está muy claro. En el caso de la radio, para llegar a todo el país se necesita sólo una inversión que ronda los dos millones de dólares. No es nada en el presupuesto nacional”, concluyó Sacomani. Los comunicadores opinan Ernesto Muniz, productor de El termómetro. Radio Futura. “Escucho principalmente Babel. Lo interesante es que se nota que hay una estructura clara. Se sabe que a tal hora va determinado programa. Antes era todo caótico, ponían música de cine, después de otro estilo, y se mezclaba todo. También escucho radio Uruguay, que está mucho mejor: hay contenidos claros en una programación pensada de principio a fin. Antes cualquiera hacía un programa, hoy se nota que hay una intención de programación.” Guillermo Amexeiras. Mundo Cañón. Radio Futura “Me parece bárbaro que exista esta propuesta de radios. Una vez, hace años, me invitaron a la 36 y estaba en ruinas. Sé que ahora eso cambió.” Jorge Temponi. Mateína. AM Libre. “Desde antes de la reestructura ya escuchaba Babel y cx 6. Ahora escucho las cuatro. Está muy bueno que hayan mantenido el perfil de las dos primeras y que se haya dado un impulso y lavada de cara a las otras dos. Cada radio tiene su identidad y se las puede identificar porque tienen una estética. El nivel de producción y de contenido se nota al aire. Los programas están más fuertes. Hay más información y no las veo oficialistas. Han mejorado y mantienen un perfil que no pretende competir con emisoras comerciales. Me parece positivo que el Estado haga estos productos que equilibran una producción pulida y contundente con una programación que no está sujeta a las leyes del mercado como las emisoras privadas que responden a esa lógica. Es una radio del Estado profesionalizada.” Cuatro emisoras, cuatro perfiles* En los dos últimos años 24 programas fueron levantados porque “quisimos hacer radios más exigentes. Clásica y Babel son para un público más reducido. Mientras que Radio Uruguay y Emisora del Sur trabajan perfiles diferentes”, explicó Sacomani. CX 6 era la radio con más presencia, hoy se llama Clásica (650 AM) y pretende ampliar sus trasmisiones en vivo y explicar este género a audiencias “nuevas”. Mientras que la nueva Babel (97.1 FM) busca posicionarse, según su página web, como “la radio del jazz, la fusión, la música étnica, la música experimental, la música contemporánea, la última frontera, la celebración de la diversidad creativa”. Su onda llega sin problemas a Colonia, Maldonado y Rocha. cx 26 es Radio Uruguay (1050 am). Su eslogan, “Lo dice todo”, anticipa su contenido informativo. Allí trabajan María Inés Obaldía, Daina Rodríguez, Alberto Gallo, Federico Gyurkovits, Ximena Barbé, Andrea Villaverde, Alfredo Fonticelli, Pablo Silva y Mario Bardanca, entre otros. CX 38 pasó a llamarse Emisora del Sur (1290 AM) y su eslogan es “Tan uruguaya como vos”. La coordinación es de Julio Corrales y está conducida por artistas o periodistas vinculados a la música –como Rubén Olivera, Estela Magnone, Eduardo Larbanois, Numa Moraes y Susana Bosch–. Se pasa tango, folclore, canto popular, música nacional y latinoamericana. Vera Sienra aclara que “la comunicación es como una espiral, se va agrandando y hay que entregar todo para que llegue la expresión artística a la vida de la gente. El arte no es un lujo, es formador hasta de los contornos del corazón humano, desde lo físico, lo anímico y lo espiritual”. Marcela Turubich recalca también la defensa de la música nacional y la libertad de “tener un lugar que respete al oyente. Esto es buscar cosas que no sean solamente las que las empresas discográficas mandan poner. Hay que pensar que la persona que está del otro lado se merece la mejor propuesta, aunque pases una canción que no esté de moda. Es importante tener la opción de elegir la canción tres del lado B”. * Se las puede escuchar también a través de Internet.

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